No todos los atletas que portan la tricolor colombiana en el pecho nacieron dentro del territorio coolombiamo. Algunos son extranjeros.

Uno de los ejemplos de sangre mitad colombiana y mitad extranjera es la de la esgrimista Saskia Van Erven García (Róterdam, Países Bajos), de 34 años. Lleva todo este ciclo olímpico representando al país y ha sido medallista, por ejemplo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.

Gracias a su doble nacionalidad ha podido ser igualmente campeona holandesa, como colombiana. 

Otro caso es el del gimnasta de trampolín Ángel Hernández (Albacete, España), quien, con 26 años, llegó de tierras ibéricas hace unos años para explotar sus raíces antioqueñas. Formado en una familia de deportistas, donde su madre es entrenadora de esa disciplina, llegó al país a masificar dicha disciplina.

Tras tener sus papeles en orden, pronto se volvió un habitual de la selección nacional. 

La más joven de la lista es la atleta de 28 años Melissa González Cramer (Texas, Estados Unidos). Ella es la mezcla de un caleño y una norteamericana, que se conocieron en la Universidad, en Estados Unidos. Ambos la impulsaron a la práctica deportiva, lo cual le valió una beca.

Encontró la oportunidad de representar al Valle del Cauca y desde ahí aseguró su cupo a los 400 metros vallas para las justas. 

Sin embargo, hay uno que no tiene ninguna relación con el país, más que el puro y físico amor. El piloto de BMX, Vincent Pelluard (Joue-Ies-Tours, Francia), de 31 años, dio el paso más valioso de su vida cuando se casó en 2017 nada menos que con Mariana Pajón, una heroína del deporte nacional.

Esto le dio el derecho a optar por la ciudadanía colombiana y tras obtenerla disputó su cupo y fue seleccionado para ir a Tokio. 

El caso más sensacional es el de uno de los aspirantes a medallas por el país, el tenista Robert Farah (Montreal, Canadá) quien actualmente tiene 35 años. Nació en Canadá en medio de las difíciles circunstancias de sus padres, quienes tuvieron que abandonar su natal Líbano en medio de una guerra civil de una década. Llegaron a Montreal de paso y con el embarazo avanzado y la hermana de Robert muy pequeña.

El hoy en día doblista vino a Colombia, en Cali, porque años antes uno de sus abuelos abrió un pequeño negocio ahí, en esa tierra conoció la raqueta y a su actual compañero de fórmula, Juan Sebastián Cabal.